ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), el
observatorio astronómico más avanzado del mundo,
continúa comprobando lo que hasta hace poco eran teorías. ¿Cómo pueden crecer
los diminutos granos de polvo del disco que rodea a estrellas jóvenes y hacerse
cada vez más grandes hasta convertirse incluso en enormes rocas?
Por primera vez, un equipo de astrónomos ha conseguido
obtener una imagen de la región que rodea a una joven estrella en la que las
partículas de polvo pueden crecer por acumulación. Es decir, los científicos han descubierto una
"fábrica de cuerpos celestes".
De esta forma se
solucionaría el misterio sobre cómo crecen las partículas de polvo en los
discos hasta poder formar cometas, planetas y otros cuerpos rocosos.
Los resultados, que confirman teorías y modelos físicos, se han publicado en la
revista 'Science'.
El equipo de científicos utilizó ALMA para estudiar el
disco polvoriento de un sistema llamado Oph-IRS 48. Tras varias observaciones
descubrieron que la estrella de ese sistema estaba circundada por un anillo de
gas con un hueco central, probablemente creado por un planeta escondido o una
estrella compañera.
'Una completa sorpresa'
"La forma del polvo en la imagen fue una completa
sorpresa. En lugar del anillo que esperábamos ver, ¡descubrimos algo con forma
de castaña de cajú! Tuvimos que convencernos a nosotros mismos de que esa forma
era real, pero la fuerte señal y la claridad de las observaciones de ALMA no
dejaban lugar a dudas en cuanto a la estructura", ha manifestado Nienke
van der Marel, estudiante de doctorado de la Universidad de Leiden, y autora
principal del artículo.
Según explica van der Marel: "Es probable que estemos observando una
especie de fábrica de cometas, ya que las
condiciones son las adecuadas para que las partículas crezcan desde un tamaño
milimétrico hasta uno cometario. Es improbable que el polvo pueda formar
planetas a esta distancia de la estrella".
La física añade: "En
un futuro cercano ALMA podrá observar trampas de polvo más cercanas a su
estrella anfitriona, en las que funcionen los mismos mecanismos. Este
tipo de trampas de polvo serían realmente la cuna de planetas recién
nacidos".
Laura Rodríguez Rodríguez 1ºB